Estática del atardecer en Cusco
ombligo andino de cielos impredecibles y tejados
Sinfonía en terracota y grises
Campanas y cúpulas
y nubes que sangran sobre el cielo
Un cigarrillo pasea anticipadamente
la bocanada de placer en la plaza quieta
Una música a lo lejos, vientos de madera,
sonidos de montaña flotan y se mezclan
en el trajín de la ciudad
Corren los últimos taxis
se despiden las campanas
con su canción de metal
y desentona la fuente con sus seres míticos
El alma de las farolas se enciende
en el aliento de la luna
Cruces y santos que se ausentan,
tal vez no quieran ver llover
Los arcos alrededor de la Plaza
ocultan en sus túneles los secretos del ombligo
Las armas se esconden en las piedras
que tapizan la ciudad
Figuras imprecisas se pasean por los balcones,
las presiente un alma curiosa
3 comentarios:
Sabia ke amarias ese lugar. Lo sabía.
Si, si , es inevitable!Sabía que sabías!
Hola nenita..!!
Pues de alguna manera yo también sabá que las dos lo sabían.
Edwin
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