miércoles, 17 de enero de 2007

I put a spell on you


Nina Simone canta desde la ventana; se sienten pasar niños en medio de la montaña, una mujer campesina con sus ovejas pastando en la alfombra verde y rocosa. Presagio de lo que es, de lo que será sumergirse en este lugar de montañas y Lago.

Copacabana primero, subir su cerro de piedra pura, de piedra que despierta la percepción del lago infinito, del sol en plena cara, de la mirada siempre asombrada. Caminar la costa sin imaginar lo que vendrá hasta estar ahí en la Isla del Sol, lugar indescifrable y mágico.

Inmenso, moviliza la emoción más profunda, inexplicable; el lago hechiza, encanta, sorprende con su magnificencia rodeada de roca y verde. Las casitas de adobe coronan la subida, su gente, los niñitos, arena, arboles, las terrazas, el salitre, el sol fuerte, muy fuerte en la cara que arde. Y de nuevo el lago inmenso con una música de pájaros...

Quietud y paz y este lugar es un oasis de belleza infinita, salido del mundo. Caminar por el medio de la montaña en la isla y sentir el sol y el aire en la piel y la mirada que trata de llegar a todo y al mismo tiempo no puede quedarse quieta en nada. Invade un estado de contemplación, de estar, de dejarse estar inmersa en la sutilmente abrumadora fuerza de la naturaleza.

MA-GI-CO

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, maravilloso es ese sitio por el que anduvieron. Pude apreciarlo desde un sitio en Internet y mi imaginaciòn me llevò por esos senderos y terrazas de verde y tierra, deseando ser còndor para volar sobre esa inmensidad, al parecer todavìa impoluta cantando las maravillas de la creaciòn divina. Besitos y que los àngels las sigan acompañando a las dos.

GER! dijo...

Tus descripciones son relatos para devorar con el alma, qué querés que te diga. Hermoso.

Da la "casualidad" de que leo este post escuchando una canción que se llama Matte Kudasai de King Krimson, cuando vuelvas te la voy a mostrar.

Anónimo dijo...

dale!!prmesa a cumplir con la musica ger!