viernes, 29 de diciembre de 2006

Linda, linda y...


Salta, hermosa en sus cerros que envuelven de verde hasta la mirada mas distraída. Los balcones, las casas coloniales, las calles adoquinadas. Todo ahí, listo para dejarse atrapar por ese halo de belleza suspendida en el tiempo, casi como un tesoro custodiado por esos cerros omnipresentes. Tan solo cinco o diez minutos para sumergirse de lleno en la naturaleza desbordante y empaparse de aire puro en San Lorenzo o Vaqueros. Arboles por doquier, rios y arroyos, solcito que besa fuerte pero no cansa y pinceladas de nubes en las cumbres, generan una atmósfera atrapante como de ensueño, como de muchas ganas de quedarse horas y horas envuelta en ese paisaje de sutil magnetismo. En esta Salta todos quisieran vivir, y así lo hacen quienes pueden pagar por semejante belleza al menos 40 dolares el metro cuadrado de terreno como mostraba un cartel de venta. Lástima, caída abrupta a la realidad de las cosas, justo cuando ya me había imaginado viviendo en una casita al pie de algun cerro, con un centro cultural, taller de teatro, artesanias, por qué no alguna terapia alternativa con esa música de arroyo...


Salta, otra, calurosa, muy, fachadas desgastadas, pesada, gente apretada, simil cumbia de fondo, otra historia...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

resulta ser que salta es un cielo infinito que nunca termina de aterrizar del todo, pero que esta siempre azul...
gracias julita por tomar mate y pasear en el 1 a conmigo y

Anónimo dijo...

resulta ser que salta es un cielo infinito que nunca termina de aterrizar del todo, pero que esta siempre azul...
gracias julita por tomar mate y pasear en el 1 A conmigo, y viva macaco

GER! dijo...

Se lee como si fuera un lugar libre de la sobreestimulación de la ciudad. Debe ser lindo para hacer una buena limpieza de cabeza y de todo...